Garoña camina directa hacia su reapertura

La central nuclear de Garoña volverá a funcionar a pesar de todo. A pesar de ser una central obsoleta. A pesar de ser una central que ya había sido cerrada. A pesar de que las centrales nucleares suponen un gravísimo peligro. A pesar de que todavía nadie sabe qué pasa con los residuos radiactivos. A pesar de todo… la central nuclear de Garoña se reabrirá en breve… y nadie dice nada.

Todos los ayuntamientos, o casi todos, de las comarcas aledañas a la central nuclear se han pronunciado en contra del Fracking… pero ninguno protesta por la reapertura de la central nuclear.

La Asamblea contra el Fracking de Las Merindades, o la de Burgos, tampoco se pronuncian.

El día en que BNK o cualquier otra de las empresas con proyectos de Fracking empiecen a aflojar un poco los bolsillos, tal como hace NUCLENOR, empezaremos a ver cómo se disuelve en el olvido cualquier movimiento en contra del Fracking.  Nuclenor, en su página web le llama «acción social» a lo que siempre se ha llamado comprar voluntades y silencios.

Las autodenominadas Asambleas contra el Fracking guardan silencio en relación con la reapertura de la central nuclear de Garoña. ¿De verdad creen que el Fracking es peor que la central nuclear? ¿No será que no quieren perder todo el dinero que aporta NUCLENOR a sus pueblos?

Qué pena… que hasta quienes presumen de trabajar por un mundo mejor, más limpio, más respetuoso con el medio ambiente, más honesto… son unos comprados o vendidos o lo que sean, si es que lo que hacen tiene algún nombre.

Estar en contra del Fracking se ha puesto de moda. Estar en contra de las centrales nucleares es cosa del pasado. Estar en contra de la central de Garoña es estar dispuestos a renunciar a los puestos de trabajo directos e indirectos que crea, a las subvenciones para pagar las fiestas de los pueblos, a las comilonas a las que invitan a los alcaldes y concejales, al dinero que obtienen para sus negocietes… y esto no interesa… Además, estar en contra del Fracking no es más que una pose, porque lo que digan los ayuntamientos no sirve de nada. El Fracking tiene mala prensa y declararse en contra es una buena forma de no perder votos, claro.

Qué pena!!!

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